
Como una ráfaga de viento que se va,
así es la vida.
Empieza sin saber hacia donde
y termina sin saber que ha acabado.
En 1916 empecé a moverme,
deslizándome entre arboles y montañas
de mi querida tierra extremadura.
choque contra miles de muros
y con fuerza me volví a levantar
encontré abundantes moradas
y elegí la mía.
con amor cree mi familia
que poco a poco fue en aumento.
y ahora la tengo dentro de mí
cambié de tierra
cambié de arboles
pero nunca olvidé mis andados caminos
siempre hacia delante
siempre en movimiento.
hoy con 92 años no me he parado
ni me parare
mi viento nunca cesara de volar
superaré nuevas cimas nuevos caminos
tardaré en caminar, pero caminaré
y si me vuelvo a caer, me costará
pero me volveré a levantar
para que mi brisa no pare jamas.
(silvia robredo)
a mi abuelito con mucho cariño, nunca te olvidaré.
soy un poco de tí y eso no cambiará.
un beso y hasta que nos volvamos a encontrar.


No hay comentarios:
Publicar un comentario